Lo primero que ver en Bamberg es las casas de entramado de madera torcidas, canales pintorescos y un palacio elegante, Bamberg es una joya Medieval en Alemania bastante subestimada. Está ubicada en el norte de Baviera y debería estar en tu lista de deseos para Alemania.
Bamberg, conocida como la “ciudad de las siete colinas”, rebosa encanto auténtico, arquitectura medieval y vibraciones de cuento de hadas. En 1993, su Alstadt, o casco antiguo, fue declarado sitio de la UNESCO.
Es el hogar de algunas curiosidades atractivas: cerveza ahumada, cebollas rellenas, el misterioso Jinete de Bamberg y su propia “Pequeña Venecia”. Si está recorriendo Baviera o en la Ruta Romántica en Alemania, Bamberg es una parada o desvío fantástico, especialmente si es un amante de la historia o un nerd de la cerveza.
Aquí una guía para saber todo sobre qué ver en Bamberg Alemania, con todos los sitios y destinos imprescindibles.
Esta ciudad está ubicada en la Alta Franconia, Alemania, justo en el río Regnitz cerca de su confluencia con el río Main.
Bamberg está a solo 45 minutos de Núremberg por la carretera 73, por lo que es una excursión de un día popular y fácil. Si conduce, asegúrese de estacionar fuera del casco antiguo y entrar. Si lo hace, use los quioscos de estacionamiento automático.
Desde Frankfurt que está a unos 225 km (2h 25′ por la autopista A3 hasta la salida 79 en dirección Bamberg).
También puede ir a Bamberg en una excursión de un día desde Múnich. Pero será un largo camino.
Varias compañías ofrecen trayectos a otras ciudades alemanas, aunque quizá Flixbus es la que más rutas tiene.
Bamberg tiene estación de tren, en la que encontrarás trayectos directos a ciudades cercanas, como Wurzburgo o Núremberg, ambas a menos de 1 hora. Si estás en Berlín puedes demorarte unas 2:45 minutos, pasando por Leipzig y Érfurt. Desde Munich si toma un tren ICE, son 2 horas de viaje en cada sentido. Hay 2-3 salidas por hora.
Los aeropuertos internacionales más cercanos son el de Núremberg (a 60 km) y Frankfurt (215 km).
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Hace mil años, Enrique II, el valiente y ambicioso duque de Baviera, decidió elevar el perfil de Bamberg y convertirla en una gran ciudad. Dado el emplazamiento de Bamberg en siete colinas, pensó que una “segunda Roma” estaba en orden. Enrique II encargó la construcción de una gran iglesia, la catedral de Bamberg y la abadía de Michaelsburg.
En el siglo XIII, los príncipes-obispos de Bamberg subieron al poder y transformaron aún más el horizonte de Bamberg. Construyeron el castillo de Altenburg y palacios elegantes como Neue Residenz y Schloss Seehof.
Núremberg, tiene un pasado oscuro. Al igual que la cercana Würzburg, Bamberg era un centro de caza de brujas en Alemania. Y mucho peor que Wurzburg, los juicios por brujería de Bamberg resultaron en más de 300 ejecuciones.
Bamberg también sobrevivió a la plaga, la Guerra de los 30 años y ambas guerras mundiales. A diferencia de otras ciudades alemanas como Núremberg, Bamberg escapó de la Segunda Guerra Mundial casi ilesa. Solo el 2,3% de la ciudad resultó dañada.
Bamberg no se convirtió oficialmente en parte de Baviera hasta 1802. En realidad, es una ciudad de Franconia y tiene un ambiente y un dialecto diferente al del sur de Baviera. Los franconianos se consideran más sofisticados que sus homólogos del sur, los “bárbaros de Baviera” vestidos de lederhosen.
Fácilmente podría pasar todo el día con algo que ver en Bamberg. De hecho, dada su cultura cervecera, es posible que desee pasar la noche para disfrutar y salir a las calles iluminadas románticamente después de que se vayan los excursionistas.
Es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa. Estarás con los ojos muy abiertos mientras deambulas por las maravillosas calles adoquinadas. Algunas de las más bonitas son Karolinenestrasse y Dominikanerstrassse en la parte occidental de Bamberg.
Diseccionado por ríos y canales, Bamberg tiene un toque italiano. No es sorprendente que se la apode grandiosamente como la “Roma de Franconia”, como imaginó Enrique II. Es un lugar exclusivo que ver en Bamberg.
En Klein Venedig, encontrará hileras de casitas diminutas con entramado de madera que alguna vez estuvieron habitadas por pescadores y sus familias. Las casas están todas juntas con una mezcla de estilos arquitectónicos que es muy atractiva. Comience su caminata cerca del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, camine hasta el próximo puente y luego regrese por el otro lado.
La atracción más emblemática que ver en Bamberg es el 1462 Old Town Hall, magníficamente ubicado. Está construido en una isla en medio del río Regnitz y parece flotar sobre el agua. Está conectado con la ciudad por dos puentes de piedra. Probablemente hayas visto tomas icónicas antes, especialmente desde el puente Geyerworthsteg.
El edificio en sí es adorable. Tiene llamativas vigas amarillas, frescos trampantojos y una linda pierna de querubín que sobresale de la pared para lograr un efecto 3D. Como era de esperar, el ayuntamiento apareció en la película de 2011 Los tres mosqueteros.
La leyenda sostiene que el obispo-príncipe reinante se negó a conceder tierras para un nuevo ayuntamiento a la burguesía emergente. Enfurecidos, los ciudadanos se encogieron y comenzaron a arrojar palos y estacas al río. Finalmente, crearon una isla artificial y construyeron su propio ayuntamiento flotante, un símbolo de rebelión.
La Catedral de Bamberg también se conoce como Kaiserdom o Catedral Imperial.
Fundada por Heinrich II en 1004, pero quemada dos veces, la apariencia actual de la catedral data de principios del siglo XIII. Tiene elementos románicos y góticos, gracias a los arquitectos de la iglesia en duelo. Y cuatro torres imponentes.
Dentro del interior bastante austero, se encuentran algunos tesoros artísticos. Encontrarás la tumba de mármol del Papa Clemente II. Es el único Papa de la historia enterrado en Baviera. Fue Papa hace 1000 años y solo duró un año en su posición abovedada. Al parecer, fue envenenado por un aspirante a papa rival, Benedicto IX.
También encontrará las tumbas profusamente talladas de Enrique II y su esposa Kunigune. Y una de las esculturas más famosas de la ciudad: la esbelta estatua ecuestre de Bamberger Reiter o el Bamberg Rider. Su verdadera identidad permanece desconocida, aunque algunos sospechan que representa a San Esteban de Hungría, un rey medieval muy admirado.
Y nadie sabe exactamente cómo llegó a la catedral este caballo y jinete secular y de tamaño natural. La leyenda sostiene que los nazis admiraban al jinete de aspecto feroz y lo usaron como inspiración para el hombre ario perfecto. ¡Algo que hay que ver en Bamberg sin duda!
Situado en las afueras de Bamberg, cerca de Memmelsdorf, el ilustre Schloss Seehof fue la casa de verano y el pabellón de caza del príncipe obispo Marquard Sebastian von Schenk von Stauffenberg. (Un nombre bastante largo y angustioso). Después de una extensa renovación, ahora está abierto al público. Es un pequeño joyero de opulencia que ver en Bamberg.
Si tiene coche, el schloss está a solo unos minutos. Si no tiene, puede tomar el autobús n. ° 907, que sale de la terminal central de autobuses de Bamberg cada 10 minutos.
La Neue Residence de Bamberg es un palacio opulento junto a la catedral de Bamberg, que muestra el lujoso estilo de vida de la realeza de Bamberg, que vivió aquí desde 1703-1802.
Hay 40 habitaciones decoradas con techos, pinturas y tapices de estuco intrincado. La sala más significativa es el Salón Imperial, ahora en proceso de renovación. A pesar de tener techos bajos, la habitación parece bastante elevada debido a las pinturas ilusionistas de tromp d’oeil.
El interior solo se puede ver en visitas guiadas de 45 minutos en alemán. Sin embargo, puede reservar un tour en inglés con cita especial.
Detrás de Neue Residenz se encuentra el fascinante jardín de rosas del palacio.
Este comenzó como un jardín renacentista, pero tomó su forma barroca actual en la década de 1730.
Los macizos de flores reglamentados del Rosengarten están plantados con 4.600 rosas y bordeados
Una entrada del siglo XVI lo lleva a un hermoso edificio medieval con entramado de madera en el Alte Hofhaltung u Old Courtyard. Este edificio fue antiguamente la residencia de los obispos-príncipes de Bamberg, antes de que se mudaran a su elegante cuna. Ahora, alberga el Museo de Historia y la Capilla de Santa Catalina.
El pintoresco Old Courtyard también fue un lugar de rodaje de la película, Los tres mosqueteros, con Orlando Bloom.
Si buscabas algo que ver en Bamber sobre la historia y la cultura de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad se descubren en el museo dentro de la Alte Hofhaltung.
La Gemäldegalerie (galería de pintura), por ejemplo, tiene 100 obras de maestros como Brueghel y Lucas Cranach el Viejo, y el paisajista del siglo XIX Otto Modersohn.
Desde 2015 también se ha realizado una aclamada exposición permanente sobre la comunidad judía de Bamberg.
Algo que no puedes dejar de ver en Bamberg es la Abadía de Michaelsberg fue fundada en 1015. Fue rápidamente destruida por un terremoto en 1117. Fue reconstruida en un estilo medieval, pero luego fue incendiada en 1610. Sin desanimarse, la ciudad reconstruyó la abadía una vez más, esta vez en un estilo neo- Estilo gótico.
En este momento, la abadía está cerrada por reformas hasta 2025 y cubierta de andamios. Pero puede visitar las cuidadas terrazas del jardín, que están abiertas al público y ofrecen vistas panorámicas de Bamberg.
En la colina más alta de Bamberg, el castillo de Altenburg está a unos 20-30 minutos a pie bastante empinado del centro de la ciudad. Los carteles cuentan la historia tanto en alemán como en inglés. Cuesta 1 euro subir a la torre, pero tienes unas vistas fantásticas.
También puede conducir y estacionar fuera de la puerta. O puede detenerse durante 15 minutos en el recorrido en autobús de una hora que sale de la catedral de Bamberg.
La Iglesia de Nuestra Señora, llamada Obese Pfarre. Cuenta con una enorme pintura de Jacobo Tintoretto, el genio del Renacimiento italiano. Y una elegante nave alta y altar del siglo XVII.
En la sala capitular diocesana, también en la Plaza de la Catedral, hay un museo basado en las fastuosas y fascinantes colecciones del tesoro de la catedral de Bamberg.
Muchas de las propiedades se perdieron debido a la secularización, pero el museo tiene suficientes riquezas para arrojar luz sobre la riqueza y el poder de la diócesis de Bamberg.
En el histórico Sandgebiet se encuentra el Vía Crucis más antiguo de Alemania.
El Bamberger Kreuzweg se compone de nueve estaciones (de un original 14) desde la Iglesia de Santa Isabel hasta la Iglesia de San Getreu.
Todo fue redactado a principios del siglo XVI por un caballero que tenía relaciones comerciales con la Abadía de Michaelsberg.
Cada estación tiene un relieve con una escena de la pasión: muestran a Jesús tomando la cruz sobre sus hombros, encontrando a su madre, siendo ayudado por Simón de Cirene, encontrando a las mujeres que lloran, cayendo bajo el peso de la cruz, muriendo, siendo llorado por María y luego ser depositado en su tumba.
El influyente autor romántico, ETA Hoffmann vivió en esta casa estrecha en lo que hoy es Schillerplatz desde 1808 hasta 1813. El museo aquí ahora intenta transmitir el espíritu de su escritura y su personalidad con instalaciones imaginativas: El cuento de hadas, The Cascanueces y el Rey Ratón está representado por un modelo de teatro de cartas, y hay un palco con decoración que se relaciona con la ópera más famosa de Hoffmann, Undine.
El museo tiene un “jardín mágico” en el patio, que es una referencia a su historia, la olla de oro y está salpicado de citas y motivos famosos de su obra.
También hay un gabinete de música interactivo que reproduce grabaciones modernas de sus obras musicales, mientras que los alojamientos de Hoffmann en el segundo piso están decorados como lo habrían estado cuando vivía aquí. Algo que ver en Bamberg seguro será este lugar.
El barrio más antiguo de Bamberg, el Sandgebiet, organiza uno de los festivales folclóricos más grandes de Baviera, y atrae a 300.000 personas a la ciudad a mediados de agosto. Es un lugar que ver en Bamberg muy interesante.
Las raíces de Sandkerwa se remontan a una celebración medieval de la Iglesia de Santa Isabel.
La gente llena las estrechas calles del casco antiguo cerca del río, que están bordeadas de puestos de cerveza, y se amontona en jardines de cerveza como el que está al lado de la taberna Schenkerla.
Una tradición que data del siglo XV es el Fischerstechen (justas de agua), celebrado en el Regnitz en Klein Venedig.
Aquí los miembros de los viejos barqueros y el gremio de pescadores intentan derribarse unos a otros de los botes de remos con lanzas desafiladas.
Un poco de café es imprescindible en Bamberg, que cuenta con muchas opciones.
Pruebe la especialidad local, el Bamberger Zwiebel. Es un brebaje de cebolla al horno relleno de carne molida, tocino y salsa de cerveza servido con puré de papas.
Bamberg tiene una cultura de cerveza artesanal seria y vibrante. El orgullo y la alegría de Bamberg es su famosa cerveza ahumada llamada Rauchbier. Está hecho con malta que se ha secado a fuego abierto para crear el olor y el sabor ahumado.
Hay 10 fábricas de cerveza que sirven más de 50 cervezas locales para la pequeña población de Bamberg. Consideran a las cervecerías como sus “salas de estar”. Si eres un gourmand de cerveza, podrías considerar una visita guiada de cerveza. La cervecería más antigua y posiblemente más linda de Bamberg es Klosterbräu. O puede probar la popular cervecería Schlenkerla de temática gótica.
Si eres un verdadero nerd de la cerveza, también puedes visitar el Museo de la Cervecería de Bamberg. Data del siglo XII, es una cervecería en la cima de una colina convertida en museo. Tiene más de 1300 artefactos relacionados con la espuma distintiva de Bamberg y traza la historia de la cerveza desde la antigüedad hasta el presente.
Es el zoológico más grande de la zona y está abierto todo el año. En el extenso parque se pueden admirar muchos animales domésticos y exóticos, y también hay varios parques infantiles. Consulte el sitio web del zoológico para obtener información sobre horarios de apertura, precios de admisión y eventos actuales.
También hay varios parques de vida silvestre en la región, que son predominantemente animales domésticos. Estos incluyen el Parque de Vida Silvestre Hundshaupten cerca de Forchheim, el Parque de Vida Silvestre Tambach Castle cerca de Coburg y el parque de vida silvestre An Den Eichen cerca de Schweinfurt. Estos parques están abiertos todo el año.
Entre marzo y septiembre / octubre puede pasar un agradable día con sus hijos en uno de los parques de atracciones Schloss Thurn bei Forchheim y Freizeit-Land Geiselwind entre Bamberg y Würzburg no solo hay muchas atracciones, carruseles y parques infantiles, sino también algunos recintos para animales.
En el parque de atracciones los niños mayores y sus padres pueden poner a prueba sus habilidades en excavadoras, cargadoras de ruedas y otras máquinas de construcción reales.
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